martes, 9 de enero de 2007

Discurso del año segundo de la fundación

Hoy segundo año de gracia de nuestra era:
NOS, el Gran Maestre, Maestre secretario y Maestres tu-tuá tu-tuá, como estamento superior de nuestra ínclita y preciosa Orden.
Viendoos reunidos en este cenáculo, preludio a la orgía, mareos y pérdida de memoria transitoria, que en las entrañas de las
tinieblas, la fragosidad de Thor ( Dios del Trueno) y los brazos de Terpsícore ( musa de la danza ), que vais a encontrar tras libar el néctar de los fieles discípulos de Baco.
Nos sentimos gozosos de ver vuestros sonrosados, angélicos y mofletudos rostros, dado que la diáspora, poco a poco nos aleja en el espacio y el tiempo ( en la acepción kantiana) y nos impide la conversación que en otro tiempo tanto nos unió.
Mas no nos pongamos tristes, no es este el momento, ahora persigamos y alcancemos la catársis, bebamos hasta que no nos conozcamos, bailemos hasta desgastar los mármoles, conversemos con el universo infinito de las palabras, cuyos significado conocemos tras largas horas de iniciación que nos hace cómplices y nos imprime un carácter indeleble exclusivo de la Orden, y sobre todo degustemos de los placeres, entendidos a la manera de los adeptos de Epicuro que decían que el mayor de ellos es LA AMISTAD.
Sin más: Salud y larga vida a la Orden
Madrid, diciembre de 1991, en el Restaurante Florencio

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