La Sala Capitular donde se celebrará la Asamblea del Inicio del vigésimoquinto curso de la Orden-r, se engalana para recibir a los Maestres e ilustres hermanos que asistirán a tan magno acontecimiento.
Engalane de la Sala Capitular |
El recibimiento no puede ser otro que en la emblemática Torre del Reloj que señala las horas de andadura de la Orden desde su fundación in illo tempore.
Torre del Reloj enhiesto gnomon que marca nuestro tiempo |
Qué mejor lugar para los prolegómenos de la Asamblea que las apacibles aguas del Eresma, río que junto al Pirón enmarcan la Nueva Mesopotamía, cuna de la Orden-r.
Río Eresma, junto al Pirón forman la Nueva Mesopotamia |
Facundia del Primus Magister y degustación de vinos de la zona. |
Da comienzo a la Asamblea de Inicio del vigésimoquinto año de la Orden-r
Exquisitos parros |
Aceptables vinos |
Sin par compañía |
En los epílogos , tras informar a la Asamblea de los deseos de la Orden-r para ingresar en el Gran Libro de la Heráldica, el panorama de las Grandes Órdenes en nuestro país puede quedar configurado de esta guisa:
Nuestro emblema engrandece la Historia de las Órdenes. |
Por último los caminos de los Pinares nos esperan
Caminos ricos en sabidurías, leyendas y vocabulario. |
"...Más no apresures nunca el viaje.
Mejor que dure muchos años
y atracar, ya viejo, en la isla
enriquecido de lo que aprendiste en el camino.
......
La Orden te brindó tan hermoso viaje.
Sin ella no habrías emprendido el camino
....
Así, sabio como te has vuelto, con tanta experiencia,
entenderás ya qué significa la Orden..."
Como apoteósico colofón el Arco Iris en el Equinocio de Otoño sólo nos puede augurar mejores tiempos y larga vida a la Orden.
El Arco Iris sale a encomiar nuestro encuentro. |
Un excelso colofón a la XXV Asamblea de inicio de curso |
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