jueves, 8 de febrero de 2007

Discurso del sexto año de la fundación

Año sexto de la Insigne Orden del Penúltimo Viernes del Trimestre.

Dilectos hermanos:
Hoy 15 de diciembre de 1995, año sexto de nuestra Orden, primer día de nieves que nos asegura prosperidad y buenos augurios, nos reunimos una noche más para celebrar este magno acontecimiento.

En esta ocasión, quizá por el número o no se sabedor qué, nos hallamos en la profundidad de la madre tierra con todas las connotaciones que ello comporta: como Orden esotérica, aspiramos a tener las raíces hundidas en esta tierra y ascender a través de nuestros “cultos pensamientos” por el árbol de la vida atravesando la superficie para alcanzar después el éter que es la máxima sabiduría.
Nuestra Orden cumple seis años y por ella hemos transitado como por el Amor.
Nos vimos, nos hablamos, nos conocimos y entramos en Ella, llenándola de nuestras esencias y culminándola año a año, embelesándonos en néctares divinos.
Este año queremos obsequiaros con una “frivolité” es esta anilla, en la que figura inscrito nuestro nombre: ORDEN PÉNUL, para embridar el gollete de las buenas botellas que, sin duda, utilizáis en los grandes momentos para no derramar ni una gota del preciado líquido.
En la invitación se dice que no es la distancia... es el tiempo, quizá ni lo uno ni lo otro, este detalle quiere ir más allá del recuerdo y acrisolar nuestros espíritus “in aeternum”
Como siempre brindemos:
Salud y larga vida a la Orden
Nos Supremi Magistri

Madrid, Diciembre 1995, en el Mesón El Segoviano

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